¡Mocos!

Hay epidemia de influenza en México, y el gobierno federal acaba de reconocerlo de manera oficial, aunque funcionarios de alto nivel, desde hace semanas exigieron a las escuelas de sus hijos que las sanitizaran y que se aplicaran revisiones a la entrada de los planteles. 

Lamentablemente, el aviso oficial se hace cuando la epidemia está a punto de salirse de control. Por si fuera poco, el gobierno evitó señalar que son cuatro serotipos o gripes diferentes a saber: AH3N2, AH1N1 (protagonista de la epidemia de 2009 de la jocosamente llamada "gripe puerca"), y tipos A y B sin subclasificación. Eso significa que la vacuna que se ha administrado desde finales de 2015, no necesariamente va a funcionar. Esto último no es culpa del gobierno, pero callarlo no fue lo más inteligente. 

Lo que los ciudadanos de a pie podemos hacer como prevención,  ya se sabe: Lavarse las manos constantemente, no compartir utensilios de comida, llevar cubrebocas en el trabajo, lugares de mucha afluencia y en el transporte público, en el nombre de la humanidad taparse nariz y boca al toser y estornudar, y evitar los saludos de mano y de beso. Lástima por los novios. 

Foto: Cortesía de Aeromental.

Otra recomendación importante, si su hijo presenta síntomas de catarro, no lo envíe a la escuela. Por una parte, será regresado a casa (probablemente sin contemplaciones); y por otra, aunque sólo sea un catarro común, su sistema inmunitario estará deprimido, lo que facilitaría el contagio del niño con otros gérmenes, quizá más agresivos. 

Cabe mencionar que el cubrebocas es una de tantas medidas de prevención. Por sí solo, su eficiencia es muy poca, y hay que saberlo colocar. No dude en pedir asesoría a su médico o farmaceutico. 

Por último, pretender que un catarro común es lo mismo que una influenza, es como pretender que una espinilla o un barro son lo mismo que un cáncer de piel. De lo primero no se muere nadie; de lo segundo se puede morir cualquiera.

¡Atchú!